SOPA DE MOÑITOS
En México solemos llamarla sopa
aguada, y hay de diferentes tipos, ya sea de fideo, de codito, de letras, de
caracol, de moñito, de municiones, la variedad es inmensa, pero la preparación
es prácticamente la misma, la pasta se fríe en aceite, una vez que está dorada,
se le agrega una salsa que previamente ha licuado (la salsa se hace con tomate,
cebolla y ajo), se deja que la salsa se consuma un poco y se agrega finalmente
el caldo, o agua y consomé de pollo en polvo. La sopa se deja cocinar al menos
por los siguientes 15 minutos. Incluso mientras se está cociendo, hay quien usa
aromatizar la sopa con una ramita de cilantro o de perejil. Realmente es una
preparación rápida.
Les voy a contar una anécdota
sobre esta sopa, que si bien es muy sencilla de preparar, la primera vez que yo
la hice, tenía más o menos 16 años, ya sabía preparar diferentes comidas, pero
no sé porqué estaba renuente a aprender a hacer esta sopa, pero fue entonces
que mi mamá se fue de viaje y me dijo que yo haría la comida para mi papá y mis
hermanos durante su ausencia, a lo que yo muy orgullosa dije que sí, así es que
me dije a mí misma, ¿qué tan difícil podría ser preparar esta sopa? Pues lo
único que hice fue poner la sopa a freír, muy poco realmente, y después le
agregué agua y sal, ¡imagina lo que resultó! Eso no sabía para nada bien,
parecía engrudo, era una bola pegajosa y sin sabor. Al principio mi papá dijo
que nos la comeríamos, y tanto él como mis hermanos decían que estaba rica
(supongo que no querían hacerme sentir mal) pero cuando yo la probé, me di
cuenta del error y les dije que eso estaba muy malo, y que ¡era imposible
comerlo! Finalmente, mi papá decidió que comeríamos pizza, y ¡qué bueno! Seguro
nos hubiera hecho daño. Creo que realmente durante ese tiempo comenzó mi gusto
por la cocina, ya que yo debía decidir qué preparar y cómo hacerlo. Incluso
recuerdo que sí hice comidas muy buenas, tanto que un día mi papá hasta invitó
a unos tíos a comer. Así es que como dicen, de los errores se aprende, y seguro
que aprendí y corregí lo que debía.
La verdad es que a mi el nombre
de sopa aguada no me gusta para nada, me suena como el nombre de un platillo
feo, poco antojable, pero honestamente es uno de mis platillos favoritos,
porque considero que la sopa aguada tiene la facultad de hacernos sentir en
casa, su aroma da la sensación de como caricias de mamá, además es una sopa que
da descanso, cura el estómago y el corazón. Estando aquí la he preparado muchas
veces, ahora me gusta más llamarla “sopita” creo que es un nombre más adecuado
para el sabor y el sentimiento que provoca al comerla.
Existen además muchas variantes,
porque se le puede agregar pollo, carne o verduras, pero esta es la receta
sencilla, y tradicional de la “sopita” sin alguna cosa extra. Aquí está:
INGREDIENTES
- 200 grs de pasta en forma de moño
- 3 jitomates
- ½ cebolla blanca
- 1 diente de ajo
- ½ cucharadita de orégano
- 1 cucharada de consomé de pollo en polvo
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de aceite vegetal
- Aproximadamente un litro de agua
PROCEDIMIENTO:
1.- Corta los jitomates por la
mitad, la cebolla y el ajo.
2.- Licúa todo, junto con el
orégano y una taza de agua, reserva.
3.- En una cacerola pon a
calentar el aceite, ya que esté listo, agrega la pasta, mueve constantemente
para que no se queme.
4.- Cuando toda la pasta haya
cambiado de color, pero antes de que comience a dorarse demasiado, agrega el
jitomate y la cebolla licuados.
5.- Agrega más agua, al gusto,
dependiendo de qué tanto caldo quieras.
6.- Cuando el agua comience a
hervir, sazona con sal, y consomé de pollo.
7.- Deja hervir durante aproximadamente
15 minutos a fuego medio, antes de apagar, revisa que la pasta esté bien cocida,
prueba el caldo para asegurarte que no le falta más sal y listo.
8.- Sirve en un plato hondo,
puedes acompañar con limón o crema y tortillas de maíz.
¡Buen provecho!
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